JUSA OPA[1]
UNA HISTORIA DE
CARNAVALES, OFRENDAS Y DEMONIOS
Pero
hay hechos, cosas y demencias que jamás se olvidan, como la historia de
Leoncio, un ser cautivado y atrapado por sus emociones y reacciones de primera
mano, sin conocer el alambique de la razón”
1.-
Leoncio y María, una pareja dispar.
Lo cierto es que su
unión se debió al “concierto”[3]
que hubo entre sus padres por razones de una gran amistad.
Desde aquel momento que
el sacerdote dijo que su unión seria para siempre y quedaron casados, María no
tuvo mayor elección que aceptar su destino y respetar a su marido, con la
lealtad y fidelidad que caracterizan a las señoras en la sierra; el marido de
María se llamaba Leoncio y era un tipo de baja estatura y tartamudo, con ojos
grandes y de mirada noble, la gente del pueblo lo reconocía a lo lejos por su barba crecida y su ponchito color
marrón, pero sería recordado por siempre a razón de lo que ocurrió en una de
las tantas fiesta de carnavales en aquel anexo de el hermoso valle de Jauja.
En esa oportunidad,
María al haber solicitado un año atrás tener la mayordomía de la fiesta, debía
dar una misa que reúna a la población y contratar los servicios de músicos de
la escuela de Acolla y ofrecer comida a los bailantes y asistentes a la fiesta,
pero la devoción de María fue tan intensa que adicionalmente encargo la
elaboración de una llamita de oro para ser entregado en los carnavales en
ofrenda al niño Jesús.
-
Mamamayia ya pinte las paparedes.
A los dos días de
ocurrido el incidente ya faltando poco para la fiesta, con el tiempo exacto
para contratar la misa que da inicio a la celebración y la preocupación de
supervisar a los trabajadores que estaban cultivando sus chacras, confía nuevamente en Leoncio y le pide que
limpie la casa y acomode las ollas en la pared, pero Leoncio sumamente
distraído la interrumpe y le pregunta si
ya había pasado el carnaval y ella con la poca afabilidad que por milagro tenia
le respondía que él no tiene por qué esperar, que todavía falta, que aun no
llega; ella se despidió con aquella preocupación y se olvido de todo; al
retornar a casa se le abrieron los ojos como si presenciase un milagro, pero
desgraciadamente era todo lo contrario, vio que todas las ollas estaban
clavadas por la base a la pared, en una forma ordenada pero que por la posición
del agujero están ollitas de barro se hacían ya inútiles y Leoncio bailando
alegre, esperando las gracias y diciendo.
-
Mamamayita las ollas ya esstatan ooordenanadas
Ella lo miro con cólera
y su ira hacia que empuñe su mano, pero luego sintió pena por el tipo que tenia
al frente y se calmo y le explico nuevamente lo que ella quería cuando le pidió
que ordene las ollas.
4.-
En busca del Carnaval.
Al no tener nada que
hacer, Leoncio saco un tronquito de eucalipto que tenían en su cocina y lo
llevo a la puerta principal de daba a la calle, y a todos los que pasaban el le
preguntaba:
-
¿Tú eres el carnaval? Tengo una llamita para el
carnaval.
Las personas que
transitaban le respondían negativamente, peor el no se doblegaba y aun mas
tenaz seguía preguntando y asegurando que tenia una llamita para el carnaval.
Por esa calle un tarde
de mucho frió pasaban arrieros que llevaban aguardiente para ofertarla en otros
pueblos y Leoncio emocionado los alcanza y les pregunta si son el carnaval y
ellos dicen que si, entonces con mucho jubilo Leoncio regresa a casa y saca del
baúl la llamita y lo entrega a los arrieros.
Una vez realizado ese
acto, el sentía la necesidad que volver a ver a Maria para contarle que ya llego
el carnaval y el con sus propias manos le había entregado la llamita de 24
Kilates.
Y no paso mucho tiempo
de lo ocurrido y llego Maria, agotada por el día, entonces Leoncio le dice a
quemarropa lo sucedido y es en ese momento en el que Leoncio perdió tres
dientes.
Maria con la esperanza
de encontrar a los arrieros salio corriendo de casa y le gritaba a Leoncio que
asegure la puerta y que le de el alcance, entonces este nulo personaje desarmo
la puerta y la subió a su espalda y se fue siguiendo a Maria.
A casi 300 metros de su
casa Leoncio encuentra a un perro muerto y desesperado llama a Maria que le
llevada varios metros y le dice que venga a ver, ella agitada y con los nervios
de punta se va a la dirección donde estaba Leoncio, con la creencia que ahí
estaban los arrieros, y al llegar el mentecato le dice:
Miya Mamamayia un pepepeperro mumumumumuuuuerto.
Naturalmente lo que más
le sorprende a Maria no es el perro muerto, sino ver al tonto de su esposo con
la puerta en sus hombros, entonces recordando lo de la ollas le da una golpiza
al desgraciado de Leoncio acelerando su calvicie de tantos jalones que le dio
al cabello.
5.-
Los demonios y un justo final.
Ya había oscurecido y
ambos se encontraban lejos del pueblo en un valle de pocas montañas donde
el viento precipitaba raudamente y junto
al frió lastimaba la piel de ambos. Entonces
Maria decide quedarse en una gruta que era espaciosa para los dos y se quedan
dormidos, ya como a la media noche, se escucho una voz que atemorizo a Maria,
esta voz decía “abran la puerta, ábrete, ábrete” y se abrió parte del cerro, en
la profundidad ella pudo ver a cuatro personas y una mesa donde había muchas
monedas de oro y plata y ellos empezaron a contar su dinero.
Y llego en primer lugar
un gato de color marrón y ellos le preguntaron al unísono.
- ¿Qué hiciste hichito?
Y este respondio.
-
Yo hice que se conozcan una mujer casada con un
hombre casado y ahora están juntos.
Y estas cuatro personas
que en realidad eran demonios, complacidos por lo que había hecho el gato lo
hicieron bailar y exclamaban.
-
Muy bien hichito así se hace buen trabajo.
Luego llego un gato de
color plomo y los demonios le preguntaron.
-
¿Cuál ha sido tu obra?
Y este respondió sin
demora.
-
Una pareja de esposos a la hora de almuerzo se
ha peleado por que yo hice caer paja en el plato del marido y este le ha
golpeado con mucha furia a su mujer, la ha revolcado en el piso y le ha sacado
sangre.
Y los demonios
satisfechos lo animaban a seguir siendo malo y le decían.
-
Muy bien hichito, así se hace, ojala que le haya pegado muy fuerte a la mujer
esa y reían complacidos.
Por ultimo llego un gato
de color negro y los demonios le preguntaron.
-
¿Qué nos puedes contar, cuál ha sido tu acción
del día?
EL gato conto que había
unido a un hombre soltero con una mujer soltera.
Los demonios se enojaron
y golpearon al gato botándolo del lugar ferozmente y siguieron contando su
dinero.
María miraba todo ello asombrada
por tanto dinero y maldad, e inesperadamente el torpe de Leoncio con ganas de
mear patea la puerta que protegía a la pareja y esta cae a la mesa de los
demonios y estos dicen “ciérrate” y se tapó el cerro.
A la madrugada María que
conocía las palabras precisas, enuncio.
-
“abran la puerta, ábrete, ábrete”
Y el cerro se abrió y
María con Leoncio juntaron todo el oro y la plata, recuperando en creces el
valor de la llamita de oro que se había perdido, regresando a su pueblo y convirtiéndose
en personas adineradas, con mejor calidad de vida.
María
disculpo a Leoncio por todas sus torpezas y reconoció que de no haber regalado
la llamita nunca hubiese encontrado tanta fortuna.
Quizá esta
historia tenga una enseñanza, puede decir usted ¿Cuál es?
[1] Jusa Opa,
palabras quechua provenientes de la sierra central y su traducción es “esposo tonto”.
[2]
Abogado por la
Universidad Privada San Juan Bautista, con estudios de Maestria en Derecho
Civil por la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos. Director del Centro de Investigación Juridica Humanista y Social
Philos Iuris, miembro de la revista
cultural y de actualidad Voces Escritas, Docente Universitadio y expositor en
temas de Derecho y Literatura.
[3] El concierto
es la unión de voluntades de los padres para decidir y definir el futuro
marital de sus hijos. Hace no menos de dos décadas era común esa práctica en
ciertos lugares de la sierra y selva peruana; son muchos lo casos en que la
novia conoce al marido el mismo día de la boda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario