jueves, 3 de marzo de 2011

DESDE QUE TE OLVIDE, NO PUEDO MIRAR LO QUE SE HACE LLAMAR NOSTALGIA

21/02/01

Miles de luces flotaban en la oscuridad, y de tanto parpadear me quede dormido bajo un poema de aquellos que me recuerdan a ti.

Más tarde, como al empezar, todo cambio otra vez; dicen que el amor es entregar todo, pero creo que eso es la mentira más grande que existe, porque por ti fui capaz de dar mi vida y cuando desperté de ese sueño y voltee la pagina, las encontré en blanco y no encontré jamás el te quiero con mayúsculas que solía repetir cada vez que te extrañaba y lo tatuaba en mi mente, cual inmortal recuerdo de algo que hoy es solo curiosidad por recordar.

Ese fue el instante en que desperté pero aun seguía soñando y volví a despertar pero se torno en una pesadilla, el sueño era lo concreto y yo la fantasía

En ese instante el cielo se torno gris y el miedo congelo mi sangre, ¿qué pasaba? ¿Estabas del otro lado? ¿Por qué no tome tu mano? ¿Por qué no voltee a verte si sabía que era la última vez?

Esa misteriosa forma y conocida manera de objetivizar mis ideas, me llevan hoy a decir que nada de esto existió, por más que lo viví; fue el cansancio de una tarde de niños que juegan hasta el atardecer y que aún siguen durmiendo en lo vertiginoso del viento, que como tú y como yo, es solo efímeros momentos que no se sabe donde esta, quizás en frente mío, pero desde que te olvide no puedo mirar lo que se hace llamar nostalgia ya que pierdo contacto con la realidad muy a menudo, pero estoy seguro que esa realidad es ficticia.

Mi conciencia me dijo que la tristeza es algo terrible, pero muy cerca de mí, esta su estatua, al que le rinden culto, muchos amantes, de voluntad inquebrantable. Y ahora que la trate entre café y café, puedo darme cuenta que es más acogedora que alguna sonrisa, aquella que pudo existir en el limbo del ayer. Ayer que hasta hoy, se convierte en un simple sentimiento, que hace dos segundos no tuvo ni lógica pero que hoy, es el aforismo más grande que irradia mis cejas y que ya no lo siento mas, por que la naturaleza divina hace que todo fluya, cual día hermoso de primavera, un 17 de septiembre quizás, con el sol ardiente que toco la piel helada, que ahora tengo por el frió de la soledad

Este manto fino de mentiras y falsedades, de que existo y lo dejare de hacer ¿y por qué no vivir siempre con aquella sonrisa ya mencionada para siempre? Tal vez será porque ya no existo y esto no es más que un póstumo poema, hoy después de 20 años conocí la muerte y me agrada, porque soy una de las tantas luces que brilla, en aquella oscuridad tan incandescente que se llama “el amor por ti.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario