Me gustas por tu esencia que viene de los andes y confabula con el viento en tus cabellos.
Con esa magia te comprendí y en tus ojos la expresión de humildad comprobé.
Entonces participare de la melodía de tus hechos y buscare en la casualidad y el destino, toda las formas para estar junto a ti, junto a ese sonido de los valles de la sierra a media tarde y luego con el cielo en su abundancia de estrellas cuyo efecto inspira tu baile.
Te espero en cada tarde que vendrá.
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