domingo, 19 de junio de 2011

EL ENCANTO DEL ANDE

Acabo de obtener los recuerdos más gratos de mi mediana existencia, en el instante en que nuevamente tus ojos me invitaban a conocer tu alma, y fue entonces que cerré los míos y recordé que el frio de la sierra en las noches nunca impide ver el cielo estrellado, y luego es parte ya de una adicción que se torna muy agradable, así tu querida estrella del ande, que en cada una de esas noches antes de conocerte esperaba tu mensaje, y tan solo quería tocarte, pero la distancia parecía infinita, aun así siempre gobernaré mis actos, que tendrán como destino ser parte de ese viento que besara tu rostro y por ello vuelvo a abrir mis ojos y esta vez con la misión de ser parte absoluta de la promesa del ande.

Hoy una combinación de segundos, formas y suspiros, que convierten al simple hábito en un hecho extraño, y que toma como punto de partida, aquella tarde llena de personas y enigmas, donde logre descubrir que el misterio andino se ha pronunciado en mis noches de firmeza serrana, en el valle donde se predica lo honestidad de los sentimientos y el amor es para siempre, sucesora de lo armonioso de tus labios al despedirme solo por hoy.

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