sábado, 8 de enero de 2011

EL SECRETO

Momento gobernado por la lira de Anfión.




Se dirá lo necesario, desgravándose para el mundo algunos instantes, porque otros se adhirieron en una fantasía naturalmente intangible (en aquel momento y ahora) como bocezar respetando a la humanidad sin llegar a transar.

Toca entonces, disimular aquel secreto paulatinamente, con pistas no similares; pero antes, quiero deleitarme describiéndote una vez más, como lo hice con aquella estafeta que fue de mis ojos a los tuyos, destilando mis deseos a una bergante realidad.

Tu sonrisa aquella tarde estaba como sincronizada a una melodía que ya había escuchado y me permitió acercarme un poco más, sin complejos ni temores.

Lo negro y rojo de tu atuendo capturaban mi atención al formar un vértice perfecto.

Tu seguridad con el aditivo de serenidad otorgaba calidad a aquel momento.

Aquella línea tenue, casi imperceptible de la desconfianza entre los dos, otorgo un segundo acto.

Para ello tu cabello que iba con frescura de un lado a otro, inspiro mi vehemencia y asocie mis dedos con los tuyos.

Tu sonrisa se torno en seriedad y la melodía fue otra, hubo un silencio, que dominio a los últimos momentos de quietud.

Entonces te bese, sujete tu espalda, y quede a tu veredicto, que instantáneamente se manifestó en una reacción armónica.

Los segmentos de aquella pasión, aún viven en mí.

Ya con un grado de conciencia, entendimos que ello era prohibido.

Pero el efecto del vino, insistió y convalido nuestra hazaña.

El tercer acto comenzó con un quinto brindis que encendió las mejillas.

Y fue ahí que la ternura se apodero del momento, fueron numerosas las expresiones, que intercambiamos roles sin temor a equívocos.

Aun era manejable el descontrol, pero asumimos todo los riesgos y apelamos a un consentimiento mutuo. Nos sorprendió entender que no era novedad ya nada, teníamos los pies en los peldaños de la constancia y firmeza, llegando a avizorar la felicidad.

No podre olvidar jamás aquel momento, menos el cuarto acto; el que forma parte de nuestro secreto. Para siempre.

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